¿Qué es VETEMENTS y por qué está en todos lados? La firma europea que suscita críticas y halagos por
- Mariana Torres
- 17 oct 2016
- 3 Min. de lectura
El creciente auge del pret-a-porter y la caída del alta costura han permitido el nacimiento y, por consiguiente, el éxito de Vetements: quizá la marca más irreverente y desacomplejada de la actualidad. Es una rebelión en contra de los principios básicos de la moda, en contra de los ateliers y a favor de mostrar, sin escrúpulo alguno, cómo se ven realmente los hombres y las mujeres de hoy.

Camisas con el logo de DHL por $330, - mientras que las originales en la página de DHL cuestan apenas $7 – jeans rotos de casi $1000 y sudaderas con referencias a Justin Bieber o a Titanic por $885 son algunas de las piezas claves de Vetements, que se agotan tan pronto salen al mercado. Ahora bien, ¿por qué sucede esto?
Uno entiende perfectamente que una persona quiera pagar miles de dólares por un traje bordado, incluso hasta elaborado a mano, con volantes o incrustaciones de gemas; ¿pero por qué habría de pagar casi $400 por una simple camiseta amarilla? ¿Por qué querrías gastar todo tu dinero en prendas que te hacen sentir que vas a barrer tu casa o ir al mercado? ¿Dónde queda la gran ilusión que representa la moda?
Aquellos que consumen Vetements alegan que les vende emoción, una validación de su propia voluntad. Como decir: “puedo usar una sudadera y jeans para asistir a la Semana de la Moda”…y hacerlo. Es parte del morbo que da ir a contracorriente.

No es coincidencia esta rebelión ante la industria, ya que es similar – si no idéntica – a la rebelión indumentaria de los 90, que es justamente la que permite el nacimiento de Vetements más de una década después. El contexto político, económico y social que estamos viviendo resulta tan duro que hemos rescatado las preocupaciones de la Generación X, de modo que buscamos ropa que sea real, que refleje lo que está sucediendo en el mundo y que no quiera esconderse detrás de una ilusión. Cabe destacar, además, que el desarrollo de la tecnología nos mantiene en contacto permanente con todo y con todos. Tenemos, por ello, una nueva percepción de la realidad: todo cambia con cada segundo que pasa, nuestras vidas están tan aceleradas que no hay tiempo para ilusiones.

Demna Gvasalia, fundador y director creativo de Vetements, (ahora también director creativo de Balenciaga) llega a Europa Occidental a los 18 años escapando del terror soviético y sumergiéndose, primero en Alemania y posteriormente en Bélgica, dentro de una sobredosis de cultura y de influencias. Demna se encontraba expuesto a tantos elementos que antes le habían sido privados: el hip hop, el metal, el punk. De ahí que defina su propio estilo como “esquizofrénico.” Tanto él como su marca son multiculturales, multi-sexuales, multi-espirituales, “multi-todo”, por así decirlo, y eso se refleja en su equipo de trabajo. Demna trabaja con otros siete diseñadores de distintas partes del mundo para sacar adelante su marca; son diferentes acercamientos a las mismas situaciones políticas, diferentes perspectivas y sentimientos puestos sobre la mesa.
Una de las modelos fijas de prueba para Demna, Maud Escudié, creció expuesta a los peligros de la radiación y de la pornografía infantil en la desolada Chernóbil, otro de los diseñadores – Georg Naoum – llegó a Europa huyendo de la guerra en su natal Siria. Esto nos da la idea de que todos los que trabajan ahí, de alguna forma u otra, buscan superar un trauma. Por eso le resulta tan atractiva a los millennials: son prendas con un enfoque sociológico que retratan la angustia de la juventud de hoy. Demna y su equipo incluso buscan inspiración en Tumblr y otros portales frecuentes entre los jóvenes y lo adaptan a su estética para convertirse en un proyector de nuestra cultura, de nuestras inquietudes, sentimientos y deseos.

La gente está pagando cientos de dólares en prendas que los hacen sentir que van a barrer su casa o ir al mercado, que los hacen sentir que la vida es dura, porque efectivamente barren sus casas o van al mercado, porque la vida sí es dura y estamos cansados de tapar el sol con un dedo. Es quizá una rabieta infantil frente a las estructuras de poder y el lujo, pero – de alguna forma u otra – esta rabieta nos hace sentir que tenemos total control de nuestras vidas, que tenemos control de algo en este mundo tan inestable.
Para sorpresa de muchos, Vetements incluso presentó su colección en julio durante la Semana de la Alta Costura de París, gracias a la invitación de la Chambre Syndicale de la Haute Couture, hecho bastante irónico considerando que Vetements es la personificación de un repudio hacia las Bellas Artes y la Alta Costura. ¿Acaso las grandes estructuras se han rendido ante la irreverencia de Gvasalia?
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